--El arte desde las ruinas de Santos Hu D. Xiao Qiong Ruei
La realidad dentro de la fantasía
--El arte desde las ruinas de Santos Hu
D. Xiao Qiong Ruei
Profesor de la Historia de la Universidad Nacional de Cheng Gon, Tainán (Taiwán)
No tengo miedo a la soledad, ya que ese sendero solitario es el que te marca un gran camino; donde hay que soportar ese sabor amargo de la nostalgia y la frialdad humana. La auto-terapia a través del pincel cogida con sentimiento…
-- Santos Hu
Después de su graduación en la Escuela Superior de Bellas Artes (ahora llamada la Universidad Nacional de Bellas Artes de Taiwán) fue a estudiar en España. Cogió influencias de la pintura contemporánea, un estilo de expresión abstracto-subconsciente, es uno de los estilos y fenómenos del arte que se desarrolla en la posguerra en Taiwán. El mismo que se graduó en la Escuela Superior de Arte, el mismo que estudia en España y el mismo que desempeñó la expresión de las texturas de sus obras, ese es Santos Hu (1955). Con su técnica hiperrealista de estilo clásico-moderno, fue por un camino muy diferente. Este camino es solitario y trata de crear una realidad dentro de la fantasía, lo llamamos “El arte desde las ruinas” de Santos Hu: Dentro de la inmensidad de estas ruinas históricas se va buscando la civilización, y dentro de está recopilación escombros de la vida se encuentra la existencia del valor.
En el otoño de 1983, en la víspera de la inauguración del Museo de Bellas Artes de Taipéi, Santos Hu con sólo tres mil dólares en el bolsillo, tuvo que despedirse de su recién casada esposa, y fue solo al otro lado del océano, a un país desconocido España - la tierra de Don Quijote, el lugar donde aquel el caballero andante con su lanza luchaba con el molino de viento -.Tres meses después, el padre con quien nunca tuvo una buena relación con su hijo, falleció.
Santos Hu nació en el sur de Taiwán, en el seno de una familia pobre, y antes de estudiar Bachillerato su madre murió de repente. El día del entierro de su madre, diluviaba, el camino estaba lleno de barro y deslizaba. En este día tan funesto se encontraban varias personas, entre ellas su padre quien sostenía el ataúd, el cual se balanceaba peligrosamente… Después de la muerte de su madre, su padre se sumió en una profunda depresión. Al año la familia queda rota. Y seguidamente por culpa de la guerra presente en aquella época, el ejército decía que su hermano se había suicidado, pero nunca se supo la verdad. Esos años la vida adolescente se hacía muy dura, era como volver a estar en el día del entierro de su madre, la lágrima desapareciendo entre la lluvia y andando en un camino de barro indefinidamente.
En España Santos trabajaba como retratista en la calle para mantener sus estudios en la Facultad de Bellas Artes, junto con el apoyo de su esposa, que fue esencial y espiritual en su lucha en un país extranjero.
En 1987 ganó el primer premio del III Concurso de Pintura “Villanueva del Pardillo” (Madrid). En 1988 se licenció en Bellas Artes, y ganó el I Concurso de Pintura Debate (Madrid). Y también el segundo premio del IV Concurso de Pintura de Guadarrama. Al principio tuvo la intención de volver a Taiwán para dar clases en la Escuela Superior de Bellas Artes de ahí. Pero cambió de idea y decidió quedarse en España para continuar con sus estudios para sacarse el doctorado. En 1990 ganó la Segunda Medalla del LVII Salón de Otoño de Madrid. Y también se llevó el segundo premio del II Concurso Nacional de Pintura Colegios Profesionales de Bellas Artes “Primavera 89” (Madrid). En este mismo año, su esposa llevó varias de sus obras de regreso a Taipéi (Taiwán), donde expuso su primera exposición individual, el cual tuvo mucho éxito y por tanto saneó su situación económica de aquel momento. A principios de 1991, después de ocho años de matrimonio, finalmente llegó su única hija. Mientras el matrimonio estaba preocupado por los gastos que conllevaba la llegada de un nuevo miembro en la familia, ganó la VIII edición de “Premio Durán”, dotado de dos millones de pesetas, suficiente para afrontar los gastos.
Desde entonces, Santos Hu empezó a regresar a Taiwán cada dos o tres años para realizar sus exposiciones individuales. Y durante su estancia en España se ha convertido en un artista conocido ya que ganaba numerosos premios. Entre todos estos buenos y malos momentos, siempre ha trabajado de manera incansable y luchó con optimismo.
Las obras de Santos Hu se basan en su excelente pintura realista, a través del desnudo femenino, bodegones y paisajes. Cuenta con su delicada composición y relata la historia de la vida. Cada objeto dentro de su obra está lleno de un gran significado simbólico: la hortaliza que actúa como nutriente esencial para la vida, las conchas que simbolizan el fin de la misma, los huevos el inicio de ella, el candil conlleva al significado filosófico, la piel del cuerpo humano nos evoca la juventud… -. Santos utiliza objetos concretos que transmiten un pensamiento profundo y abstracto a través del cual también surge el estilo realista. En primer lugar, rompe con la composición clásica y reorganiza los objetos para hacer una nueva obra. Y deja que las imágenes por si solas tengan una nueva relación y significado bajo el estilo surrealista. Estos montajes son realmente mágicos. Nos deja la sensación entre la verdad y la fantasía, entre los sueños y la realidad. Al mismo tiempo repercute la resonancia entre el diálogo y a meditación. Su gran presentación de las texturas y los materiales repercute directamente en nuestra cabeza – la vieja pared de ladrillo rojo, la puerta rota, los azulejos agrietados… - todo ello representa la huella del tiempo. Nos evocan los malos y buenos tiempos de la historia de la humanidad.
Las obras de la primera época de Santos Hu combina el cuerpo humano, el bodegón y el paisaje en un mismo lienzo. Constituye un hermoso ambiente romántico, tales como la obra titulada “La vida y la fantasía” (Fig.1) - Aquí se ha construido un escenario montado en un espacio lleno de profundidad. En el primer plano se sitúan las losas interiores hasta el mar y el cielo. Aquí los separa un gran marco clásico, y ahí una joven chica durmiendo tendida en medio del espacio interior y exterior. La delicada y suave piel del cuerpo femenino evoca la vida. Las conchas y las piedras evocan muerte. Y un gran barco de madera en la lejanía y dos trozos de pan flotando en el aire que son símbolos de la realidad y la esperanza-. Los humanos buscan la satisfacción en la vida real, utilizan barcos para navegar en lo océano y las odiseas son sus propias aventuras para conseguir la felicidad de la vida y construir la historia.
Fig1. La vida y la fantasía, óleo sobre lienzo, (1995) 81 X 89cm
Antonio. M. Campoy, uno de los críticos del Arte más importante de España, dijo: “El mundo de Santos Hu es un macromundo, un mundo magnificado por las proporciones, en el que los frutos de la tierra alcanzan una corporeidad surreal, tan surreal como esas composiciones en las cosas juegan a no ser lo que acostumbradamente son. Santos Hu es un soberbio colorista, un extraordinario dibujante. Tiene imaginación y sabe utilizarla plásticamente, Es un pintor.”- artículo del periódico ABC en 1992-.
A partir del tercer milenio, las obras de Santos Hu se convirtieron más pragmáticos y maduros, gracias a su gran destreza, consigue una gran delicadeza realista con pinceladas abstractas, el cual consiguió coordinar ambas técnicas a la perfección, tenemos como ejemplo: la obra que tituló “Uvas y la balanza” del 2003 (Fig.2) y “Bodegón con pan” de 2005 (Fig.3). Ambos utilizan en primer plano el hiperrealismo, y de fondo pinceladas abstractas. La balanza antigua cuya oxidación es debida a la corrosión por el tiempo, y una pared vieja y agrietada. Este conjunto de elementos es donde nuestro pintor derrama sus sentimientos por la vida de manera dramática.
Fig.2 Uvas y la balanza, óleo sobre lienzo, (2003) 60 X 73cm
Fig.3 Bodegón con pan, óleo sobre lienzo, (2005) 73 X 60cm
En el cuadro “Agua cristalina” del 2011 (Fig.4) dibujó un ambiente lleno de luces - Una gran copa clásica está situado a la derecha, es un significado nostálgico por las antiguas civilizaciones. Hoy en día entre luces y sombras, sigue corriendo el agua, y escuchas como cae y sigue su ritmo “Escuchando el sonido del agua” fue su título en otras ocasiones. Es escuchar el sonido de la civilización, el sonido de la historia. Las viejas paredes de este estanque nos hace sentir la temperatura que hay en el ambiente, entrelazando con el cuerpo humano, con los bodegones y con el paisaje. Es una coexistencia entre el tiempo y el espacio. Lo antiguo y lo moderno, para que se convierta en una instantánea de lo moderno-.
Fig.4 Agua cristalina, óleo sobre lienzo, (2011) 81 X 100cm
En 2010 sus creaciones son obviamente más contemporánea y metafórica. Tales como: "Sin título" del 2011(Fig.5). -se encuentra en medio del grueso mar, de repente hay una ruptura rectangular; derramando agua de mar hacia el profundo agujero. Absorbiendo todos los desechos, entre ellos: hojas, flores, nidos, crustáceos, etc., A la derecha de la imagen hay un gato que estira sus patas, en un intento de capturar una esfera que está cayendo por un agujero-.
Esta imagen nos evoca un fenómeno astronómico "un agujero negro cósmico", también pueden ser "Las olas que hacen desvanecer los héroes y caballeros milenarios”; o tal vez es una “autoburla” de la vida del mismo artista.
Fig.5 Sin título, óleo sobre lienzo, (2012) 130 X 146cm
“La maleta” de 2015 (Fig.6), -se presenta casi la misma escena de agitado grueso del mar. En medio del océano, flotando una vieja maleta con la etiqueta de una compañía de avión-, para el artista es el significado del resentimiento de la vida errante, en el cual llevaba varias décadas en extranjero.
Fig.6 La maleta, óleo sobre lienzo, (2015) 140 X 150cm
Las obras más recientes, son las que consideramos más realistas. Tras mejorar su técnica de transmitir las imágenes, seleccionó los temas más profundos de la vida y de la naturaleza. Por ejemplo: “Una esquina del parque” de 2016 (Fig.7), -representa una tierra amarilla con un charco de agua del parque y un periquito verde bebiendo agua; el árbol se refleja en el agua, y las huellas de las ruedas del coche marcadas en el barro- todo esto son texturas y relieves que se van representando de manera deliberada con sus luces y sombras.
Fig.7 Una esquina del parque, óleo sobre lienzo, (2016) 81 X 116cm
Después de seis décadas de vida, el artista con sus sentimientos más profundos sobre la vida cotidiana y con el corazón lleno de amor hacia la naturaleza, se nos presenta la siguiente obra “Una esquina del parque” es una reminiscencia de la poesía del Rabindranath Tagore (poeta filósofo Indio 1861-1941):
Pájaros Perdidos
“Pájaros perdidos de verano que vienen a mi ventana, cantan, y se van volando. Y hojas amarillas de otoño, que no saben cantar, aletean y caen en ella, en un suspiro.”
“Sobreviviendo” del 2017, (Fig.8), se presenta una composición de una gran escena, -imaginemos una civilización destruida por completo, el desalojo del paisaje urbano. Los edificios derrumbados, un barco que fue empujado hacia la tierra y los coches abandonados en el borde de la calle, el león buscando presas… -
Fig.8 Sobreviviendo, óleo sobre lienzo, (2017) 130 X 195cm
Santos Hu, un chico que nació en una familia pobre en el sur de Taiwán, llegó con sólo tres mil dólares, atravesó el océano, y ya en la tierra del Don Quijote donde desafió a los molinos de viento. Ahí construyó su propio reino del arte. Un tiempo de martirio y de grandiosidad, desde un desierto que le llevó un exuberante “Arte de las ruinas”. En las ruinas de la vida descubrió la esencia de la existencia; en las ruinas de la historia re-buscó los valores de la civilización y probablemente en las ruinas del futuro, emitiendo una profecía. ■
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